INSTITUTO DOMINICANO DE GENEALOGÍA, INC.

Cápsulas Genealógicas

 

SECCIÓN SABATINA DEL DIARIO Hoy

SÁBADO, 23 DE MAYO DE 2020

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CaTALinA DE LORA: ¿y TU ABUELA, dÓNDE ESTÁ?

Preparado por Edwin Rafael Espinal Hernández

 

La denominada “oligarquía de Santiago” fue parte de esa burguesía nacional constituida al amparo de la estabilidad política y los cambios económicos durante el régimen de Ulises Heureaux. Un aspecto desconocido de ese entramado social es que los enlaces de las familias de los comerciantes dominantes del Santiago de fines del siglo XIX, que devinieron en redes de parentesco multiplicadas con el tiempo y el paso de las generaciones, resultaron a su vez una extensión de ligazones consanguíneas del Santiago colonial que tuvieron su origen en una mulata: Catalina de Lora[1].    

Hija de Alonso López, vecino de Santiago, y Juana María de Lora[2], esta señora se unió al militar Pedro Morell de Santa Cruz de Mena y San Miguel (1646/47[3]-1723[4]), gobernador interino de Santiago (1677), maestre de campo general de Santiago (1690)[5] y comandante de armas de Santiago (1719)[6], con quien procreó siete hijos antes de que celebraran matrimonio canónico: Santiago, Isidro, Fernando, Juan, Bernardo José, Pedro Agustín y Manuel; de ellos, los tres últimos abrazaron la carrera eclesiástica; Santiago, Fernando y Juan siguieron la carrera militar como su padre[7].  Pedro Agustín (Santiago, 1694-La Habana, 1768) fue obispo de Nicaragua en 1749 y de La Habana en 1753[8] y Santiago y Juan acaudillaron en Santiago en 1721 la llamada “rebelión de los capitanes”, una revuelta que enfrentó al gobernador de la colonia española de Santo Domingo, Fernando Constanzo Ramírez, por la imposición de un impuesto a las cabezas de ganado vendidas en la colonia francesa de Saint Domingue[9]. Además de esta prole de varones, referida por Morell de Santa Cruz en un documento de 1695[10], un documento de 1806[11] permite establecer que hubo una hembra, que casó con Miguel Valerio[12] y Tomás Infante y que es identificada como Mariana por el autor Manuel Machado Báez en su obra “Santiagueses ilustres de la colonia”[13].  

La condición de mulata de Catalina aparece referida en una carta que los regidores del ayuntamiento de Santo Domingo escribieron al rey de España en 1716, en la que se oponían por esa causa al ingreso de su hijo Pedro Agustín al cabildo eclesiástico de la Catedral de esa ciudad[14]. Tener negros en su ascendencia condujo a este personaje a abandonar la colonia de Santo Domingo hacia 1717/18 por la presión ejercida en su contra para limitar su carrera como sacerdote[15].    

De los hijos de Catalina, Mariana y Fernando Morell de Santa Cruz y Lora unieron sus descendencias a partir del matrimonio de sus nietos Pedro de Portes e Infante hermano del arzobispo Portes, Tomás de Portes e Infante y Ana Morell de Santa Cruz y Paredes, respectivamente. Entre los hijos de esa pareja estuvo María Altagracia de Portes Morell, esposa de Manuel de Jesús Tavares Reyes y madre de Manuel de Jesús Tavares Portes, esposo de Julia Julia Julia y hermana de Felicia Julia Julia, esposa de Augusto Espaillat Espaillat. Tavares y Espaillat, dos de los más ricos comerciantes del Santiago de fines del siglo XIX, resultaban parientes entre sí y a la vez de sus esposas, también descendientes de Catalina de Lora. En efecto, Manuel de Jesús Tavares Portes era tataranieto de Mariana Morell de Santa Cruz y Lora, mientras que Augusto Espaillat Espaillat era su cuarto nieto por línea materna. Rosa Virginia Julia Rodríguez de Julia, madre de las hermanas Julia Julia y prima hermana de Eloísa Espaillat Rodríguez, madre de Augusto Espaillat Espaillat, era bisnieta de Tomasina Valerio Morell de Santa Cruz, esposa de Carlos de Rojas e hija de Mariana Morell de Santa Cruz y Lora, también madre de la bisabuela de Tavares Portes, María Infante Morell de Santa Cruz, esposa de Juan de Portes.

La descendencia de Manuel de Jesús Tavares Portes y Augusto Espaillat Espaillat entroncó con la de otros destacados comerciantes y munícipes del Santiago del siglo XIX, representados, entre otros, en los apellidos Vega, Cabral, Bermúdez, Viñas, Malagón, Olavarrieta, Franco, Valverde, Pastoriza, Thomén, Penzo, Antuña, Morel, Perelló y Álvarez en una prolija madeja genealógica, que al tener por tronco a una mulata haría exclamar el sonado título del poema del puertorriqueño Fortunato Vizcarrondo, popularizado por el declamador cubano Luis Carbonell: ¿Y tu abuela, dónde está?


Notas Bibliográficas: 

[1] Utrera, fray Cipriano: Morell de Santa Cruz, revista Clío núm.90, mayo-agosto 1951, p.71.

[2] Utrera, op. cit., p.68.

[3] Utrera, op. cit., p.63.

[4] Utrera, op. cit., p.66.

[5] Utrera, op. cit., p.64.

[6] Utrera, op. cit., p.63.

[7] Utrera, op. cit., p.66-67.

[8] Utrera, op. cit., p.74.

[9] Moya Pons, Frank: Manual de Historia Dominicana, 10ma. edición, Caribbean Publishers, Editora Corripio, Santo Domingo, 1995, p.115-116.

[10] Utrera, op. cit., p.66.

[11] Petición de Micaela de Rojas Valerio, Santo Domingo, 4 marzo 1806, en Campillo Pérez, Julio G.: Genealogía de Benigno Filomeno de Rojas, Academia Dominicana de la Historia, Clío 123, 1968, p.87.

[12] Petición del Pbro. Domingo Antonio Solano, Bayamo, Cuba, 13 agosto 1805, en Campillo Pérez, op. cit., p.76-77.

[13] Campillo Pérez, op. cit., p.88.

[14] Utrera, op. cit., p.71.

[15] Utrera, op. cit., p.72.

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