INSTITUTO DOMINICANO DE GENEALOGÍA, INC.

Cápsulas Genealógicas

 

SECCIÓN SABATINA DEL DIARIO Hoy

SÁBADO, 3 DE ENERO DE 2015

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LA PARTIDA DE BAUTISMO MÁS ANTIGUA DE REPÚBLICA DOMINICANA

Preparado por Joan Manuel Ferrer Rodríguez

 

Ante todo, permítasenos advertir al benévolo lector que el registro sistemático y obligatorio de partidas sacramentales fue impuesto a cada párroco a raíz de lo establecido por la jerarquía eclesiástica en el concilio de Trento, celebrado en la pintoresca ciudad del Tirol italiano entre los años de 1545 y 1563. En esencia, este cónclave, que arrancó durante el pontificado de Paulo III y concluyó con Pío IV, surgió como un intento renovador de la iglesia católica y fue llevado a cabo con el propósito manifiesto de contrarrestar las tesis de Lutero hechas públicas en Wittenberg en 1517 y defendidas ante la dieta de Worms en 1521. Asimismo, y a resultas de lo sancionado por la singular asamblea ecuménica, en 1564 Felipe II emitió una Real Cédula que ordenaba a las distintas parroquias del imperio a llevar un asiento cronológico y escrupuloso de los bautismos y matrimonios efectuados dentro de su jurisdicción.

En otro orden, en nuestros archivos obra copia de un interesante pleito del siglo XVIII, tocante a la siempre contenciosa familia de los Colón, donde se sugiere que en Santo Domingo el procedimiento inició con cierto rigor cerca del 1580. Y he aquí, como quiso la fortuna que, poco tiempo después, en 1586, sir Francis Drake se hospedara, sin invitación previa, entre los muros del recinto catedralicio dominicopolitano, robando y/o destruyendo cuantas obras de arte y fondos documentales allí se custodiaban. De hecho, históricamente, la responsabilidad de que las antiguas inscripciones locales empiecen a correr a partir de 1590 y no antes, se ha atribuido a la orgía de fuego y rapiña emprendida en su momento por el pirata inglés.  

Es así como el documento que ahora ocupa nuestra atención se encuentra en un libro de 274 folios que, aunque ha perdido su encuadernación original, contiene una gran parte de los bautismos de blancos celebrados en la Catedral Nuestra Señora de la Encarnación de Santo Domingo durante el periodo que va de 1590 a 1638.

Por demás, la transcripción literal de la partida en cuestión, es la siguiente:

En doze de mayo de mil i quinientos i noventa años io el cura ribilla batize a hernando hijo de gaspar serano e isabel de morales su muger fue su padrino martin gonsales en fe lo qual lo firme de mi nombre fho ut supra. Paulo de Ribilla

Aun cuando en el Catálogo de Pasajeros a Indias se consigna la licencia otorgada en 1569 para pasar a Tierra Firme a un Gaspar Serrano, natural de Sevilla, hijo de Alonso Serrano y doña Isabel Eslava, desde nuestra humilde óptica resulta más plausible que Gaspar sea descendiente del comerciante sanluqueño de origen converso Pedro Serrano, instalado en la ciudad del Ozama cerca del 1525. Sobre Isabel de Morales, no hay dudas de que es la que aparece, ya viuda y con hijos, en el censo mandado a levantar  en 1606 por el presidente de turno y caballero del hábito de Santiago, Antonio Osorio, oriundo de Villasandino, hijo de Martin Gutiérrez Villegas y doña Beatriz Barba Osorio.

Por lo que se refiere al bachiller Paulo de Ribilla, en un legajo de la sección Patronato, del Archivo General de Indias se indica que sirvió como cura de la basílica mayor desde 1590 a 1598, provisor en 1595, chantre de La Vega en 1597 y, finalmente, como canónigo de la catedral en 1606. Un último dato que merece también ser señalado es que cuando se celebró el sacramento, la sede arzobispal estaba ocupada por el palentino fray Nicolás Ramos Santos, natural de Villasabal, hijo de Alonso Ramos y María Santos.

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