INSTITUTO DOMINICANO DE GENEALOGÍA, INC.

Cápsulas Genealógicas

 

SECCIÓN SABATINA DEL DIARIO Hoy

SÁBADO, 11 DE JULIO DE 2015

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Pont en Pollensa, Aponte en Santo Domingo (1 de 3)

Preparado por Joan Manuel Ferrer Rodríguez

 

Pont, del latín pons, es un antiguo apellido catalán, derivado del sustantivo homónimo, que tiene como referentes en las distintas lenguas romances las formas Puente, Ponte, Ponti y Dupont. Se empezó a difundir en los “països catalans” y en algunas partes de Aragón a partir de la Edad Media y se considera que llegó a las islas Baleares con las huestes de Jaime II el Conquistador. En cualquier caso, lo que realmente interesa ahora es que la rama que afincó en Santo Domingo mudó aquí hacia la variable castiza Aponte, con la cual figuran inscritos sus descendientes en todos y cada uno de los registros locales. 

El primero de la línea, el nombrado Juan Pont, fue propietario de la heredad de Son Pont, en Pollensa, y tomó por esposa a Catalina Mas, en quien tuvo a:

Pedro Pont, bautizado en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles de Pollensa el 15 de diciembre de 1658. Este Pedro Pont, marinero de oficio, casó en la iglesia de la Santa Cruz de Palma de Mallorca el 6 de abril de 1672 con Francisca Gaya, hija del armador Antonio Gaya y de su esposa Francisca Roset. El consorcio Pont-Galla alumbró, entre otros, a:

Jaime Pont, que sigue, a quien se le administró el sacramento primigenio en la parroquia de la Santa Cruz de Palma de Mallorca en fecha 22 de abril de 1696, según se consigna en el asiento 53, folio 6, del libro correspondiente.

Pues bien, Jaime Pont/Aponte, de profesión comerciante, pasó a residir en Indias alrededor del año 1710. Sabemos que se instaló en Santo Domingo, merced al matrimonio que contrajo el 8 de mayo de 1724 con Felipa Florentina de Mesa, hija de la pareja canaria conformada por el alférez Roque Jacinto de Mesa y María de Fevres. En su hoja de servicios consta que ingresó a la milicia y que ascendió gradualmente en el escalafón militar hasta alcanzar el grado de capitán. Tras enviudar, celebró un nuevo desposorio, el 8 de enero de 1731 con Rosa de Hinojosa, hija del capitán Manuel Ignacio de Hinojosa, natural de Sevilla, y de la criolla María Antonia Jobel. 

En otro orden, sabemos que fue propietario de la célebre Casa del Cordón y que testó a fe del escribano Esteban López de Urtiaga, dejando por albaceas a sus hijos Juan José y Martín y a su yerno Andrés de Heredia. Por demás, el quinto libro de óbitos de la catedral de Santo Domingo, en el folio número 100 vuelto, indica que se enterró en la iglesia de San Francisco el día 28 de noviembre de 1762.

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